Tita Merello vuelve a la Avenida Corrientes
En pocos días cuatro actrices se subirán al escenario del Teatro Astral para interpretar la obra Experiencia Tita, Llamarada pasional, dirigida por Valeria Ambrosio, quien en la siguiente charla cuenta qué significó Merello en nuestra cultura.
A casi veinte años del fallecimiento de Tita Merello (el 24 de diciembre de 2002), se estrenará en el Teatro Astral el musical Experiencia Tita, Llamarada Pasional. Doce funciones, cuatro actrices, cinco músicos en vivo, diferentes perfiles de una actriz y cantante que se adelantó a su tiempo. La primera función será el 7 de octubre. La dirección estará a cargo de la experimentada Valeria Ambrosio, quien en diálogo con Comunidad PAMI cuenta cómo se gestó esta obra que será más que un homenaje. “Un formato de musical inmersivo, con una innovadora puesta en escena para recordar y honrar a quien supo ser la morocha argentina”, se lee en la promoción del espectáculo. Nada menos que Tita en la avenida Corrientes.
No se trata de datos cronológicos sino una invitación a “habitar la esencia del personaje”, como adelanta Ambrosio. “No me interesaba una actriz que hiciera de Tita. La idea es que el público imagine al mito”. De hecho, son cuatro las actrices que ponen el cuerpo: Elis García (interpreta a la Tita melancólica), Vanesa Butera (la “sabia”), Mica Suárez (la del inicio del mito) e Ivana Rossi (la histriónica). Todo con luces, música y lo que un buen espectáculo debe tener.
Si el puntapié inicial lo dieron una investigadora del CONICET (María Mercedes Liska) y una dramaturga (Carolina Santos), fue una directora, autora y productora (Ambrosio) quien puso este musical en marcha: “Ellas estaban haciendo una investigación sobre Tita. Había surgido la necesidad de ponerla presente. Así fue que empezamos a imaginar la obra”.
-¿Y por qué Tita Merello?
-Porque es un personaje que debe estar presente en nuestra historia, en nuestra cultura, para mantener su legado en las nuevas generaciones. De hecho, ella decía que quería ser recordada por la juventud. Creo que hay un punto en el que las mujeres jóvenes la tienen como referente.
-¿Se adelantó a su tiempo?
-Si, claro. Totalmente. Defendía los derechos de la mujer e incluso se impuso como mujer en el mundo del tango. Fue criticada. Pensá que vivió casi todo el Siglo 20 (había nacido el 11 de octubre de 1904, en el barrio de San Telmo). No nos planteamos hacer una biografía de Tita. Eso ya se hizo en el cine, en otros espectáculos. Contamos su vida sin contarla. Nadie hace de Tita. Ahondamos en lo no dicho, en algo más onírico. Apuntamos a los mitos que se construyen en una vida de casi 100 años.
-¿Por ejemplo?
-Una historia de amor suspendida, como si fuese un misterio: su vínculo con (Luis) Sandrini, que ella penó durante 40 años. Pero no es algo que esté está tan dicho. Ella le compuso una canción, Llamarada pasional. Sufrió por ese amor. En el mundo del tango fue de las primeras en defender a la mujer. Por eso también decimos que fue una adelantada. Si escuchás sus canciones hoy, ahí también se nota lo adelantada que fue. Como por ejemplo, Se dice de mí. Lo que hacemos en Tita pasional es aggiornar todo ese material.
-¿Sos de la cultura del tango?
-No, pero el tango me encontró a los 50 y pico. Dicen que al tango no hay que buscarlo, que el tango te encuentra. Es cierto. Aunque soy de ascendencia italiana: vengo de la unión del tango y la canzonetta. A la vez, Tita, por postura, era rockera. No sólo por cantar, sino por cómo interpretaba, como se paraba ante la vida. No era Libertad Lamarque. Tita le ponía sangre a todo.
-Tita era de lo que hoy se conoce como “calle”.
-Una cosa que nos gustó muchísimo es que ella dijo que aprendió a cantar imitando el sonido del bandoneón. Aprendió a leer y escribir a los 20 años. Era un referente, una patriarca de los pájaros. En un punto, despertaba a las mujeres. Encima con su tono de hablar. No era dulce. Más bien sonaba cabrona, pero con amor. Mucho para esa época.
-Y fumaba.
-Ja, ja. La idea del pucho la usamos, hay una escena. En la obra van a ver distintos momentos de su vida. Todo tiene color a Tita sin ser una biografía. Las actrices se dejan atravesar por el personaje, que es lo que me parece que hace al legado.
-¿Cómo pensás o imaginás que reaccionará el público?
-Eso siempre es un misterio. Una tira la flecha y donde va a parar, para. Ojalá no asista sólo un público mayor, que también haya jóvenes. Las canciones están reversionadas, las actrices son jóvenes. Ese es el espíritu de la propuesta.
-¿Las nuevas generaciones se interesan por el tango?
-El tango siempre quedó a mitad de camino respecto a las nuevas generaciones. Al tango hay que perderle el respeto, pero con respeto. Hay que romper con cierta solemnidad que hay en el tango. Porque además el tango tiene la potencia de lo clásico. Pero hay que acomodarlo a la realidad.
-¿Cómo sería Tita si viviera en este mundo tan loco?
-Si Tita estuviese, sería feliz. Porque como todo es dificultoso en esta realidad… La imagino con mucho entusiasmo. Nosotros creemos que de alguna manera ella está dándonos una mano. Cada vez que nos surge un lío nos gusta imaginar que es ella quien nos ayuda a resolverlo. Eso nos divierte: Tita desde arriba dice “esto no, esto sí”.
-Imaginate que Tita no está ayudando desde arriba sino que baja y espera que le digas algo. ¿Qué le dirías?
-Que el nuestro es un homenaje a ella y que un homenaje siempre se hace desde el amor y el respeto.