La alegría de una afiliada que cumple 100 años

Angela Nieves Pallone celebrará en la Residencia Balcarce, de PAMI, junto a sus compañeras y compañeros, un siglo de vida. 

Quiero tirar dos o tres años más…” sonríe Angela Nieves Pallone a pocas horas de cumplir 100 años, este martes 27 de septiembre. Nació en 1922. Su centenario se celebrará en la Residencia Balcarce, de PAMI, con una torta y con la presencia de la Directora Ejecutiva del Instituto, Luana Volnovich, además del personal y de sus compañeras y compañeros. También estará su hijo, Norberto. Es posible que asistan sus dos nietos y, quién sabe, alguno de sus tres bisnietos. Sería la frutilla del postre.

Durante la charla con Comunidad PAMI, Ángela no parará de sonreír. Contará que su buen humor “viene de familia” y que vivir en esta residencia del barrio de San Telmo, en la Ciudad de Buenos Aires, le hace bien porque comparte tiempo y actividades con pares. Y de vez en cuando, agregará, hay alguna sorpresa: “El otro día fuimos a visitar a unos chicos del colegio de la esquina. Chicos de 5 años. Ellos y nosotros nos emocionamos hasta las lágrimas. Fue muy lindo hablar con ellos”.

-¿Cómo se siente físicamente, Ángela?

-Estoy bien. Lo único, que no escucho del todo bien. Pero aparte de eso, y gracias a Dios, acá me llevo bien con todos.

-¿Qué le gusta hacer en la residencia?

-Tejer. O a veces salir o bajar y ayudar a las chicas (por las trabajadoras) a hacer algo. Gracias a Dios estoy sana. Ninguno me da la edad que tengo. El martes cumplo ¡100 años!

-No parece de 100. Parece de menos, Ángela.

-Eso me dicen. Pero tengo 100. Ja ja.

-¿Cuál es su deseo para los 100?

-Seguir así, bien, con ánimo. No sé… hasta que Dios diga basta. 

-Recién decía que le gusta salir. ¿A dónde?

-A donde sea. Con las chicas de acá. El otro día, cuando vinieron los nenes del colegio que le contaba antes, el de la esquina, nos regalaron cositas, fue lindo, hermoso. 

Fallecido su esposo, Elías, en 2009, Ángela vivió un tiempo más en la Residencia Cabildo. Allí también vivía su hermano, Cayetano. En abril de 2014 se trasladó a la Residencia Balcarce. Que justamente es donde se desarrolla la presente conversación.

-Cuénteme cosas lindas de su vida, Ángela.

-Y, no sé… fueron muchas. Siempre me gustó salir con mi esposo. Nos conocimos en un club. Íbamos a la plaza, nos sentábamos, tomábamos algo. Una vida linda. De chica, ¿usted sabe?, me gustaba saltar con la soga. En las plazas. Siempre me gustaron las plazas. Nací en 1922, en el barrio de Villa del Parque. Muchos años ahí. Después viví en Urquiza. Y después acá ja ja. Pero casi siempre en Villa Urquiza.

-Se ríe muy seguido.

-Si, cuando puedo me río. El buen humor me viene de familia. Mi hijo Norberto también tiene muy buen humor. Norberto tiene 64 años. Tengo dos nietos: un nieto de 40 años y una nieta de 35, 36. Casados. Y ¡tres bisnietos! Uno de 5, el otro de 3 y el otro, de 1 y medio. Los veo, me los traen. Mi hijo también me lleva a verlos. Voy a su casa. Es un lindo momento cuando los veo. Los chicos igual, me abrazan. “Abuela quedate, quedate”, me dicen.

-¿Su familia está en Villa Urquiza?

-No. En Lugano.

-¿Qué cosas la asombraron en cien años? ¿El avance las computadoras, de las comunicaciones, qué?

-No uso nada de tecnologías. Nada. No, no, no. No me gusta. El de las computadoras es uno de los inventos que más me asombraron de mi vida, pero no las uso. Me pasaron otras buenas cosas en cien años. No recuerdo ninguna en particular. A ver… Déjeme pensar… 

-Y de los personajes más conocidos, ¿quiénes la asombraron?

-Me gustaban Carlitos Balá. Olmedo. ¡Los tangos de Gardel! Cómo me gusta Gardel. También Sandro… Escuchaba mucho a Sandro. Hay una canción suya que siempre escuchaba… No, no. No me diga esa Rosa Rosa que no es esa… No recuerdo cómo se llamaba. Pero igual Gardel era otra cosa. El mejor de todos.

-¿Todavía escucha a Gardel?

-No tanto. No tanto. Acá hago otras cosas. Me gusta limpiar. Ah, y jugar al bingo. Juego al bingo Ja ja. Pierdo y gano. 

-¿Por plata?

-Hay plata, si. El otro día gané ja ja casi 1000 pesos ja ja ja ja ja ja Pero mire que no tengo mucha suerte, eh. Que no siempre gano plata. 

-Pero al menos le fue bien en el amor.

-Si, si. No me quejo. En el amor me fue bien, si. Gracias a Dios me tocó un buen marido. Peluquero, tres hermanos. Los tres peluqueros.

-¿Dónde quedaba la peluquería?

-En Villa Urquiza. Mi vida toda por ahí: Villa del Parque, Villa Urquiza. Hace mucho que no paso. Como dos o tres años. 

-¿Y usted sabe cortar el pelo?

-No, no. No sé cortar el pelo ni me gusta cortarlo ja ja ja. Mi marido era el que me cortaba el pelo.

-¿Mira televisión?

-Poco. Miro Los 8 escalones. No miro mucho más. Noticieros, a veces. No los miro todo el tiempo. Una vez al día y ya está bien. ¿Para qué más?

-¿Se cuida mucho? Por ejemplo, ¿se cuida con las comidas?

-No tengo comidas preferidas. La verdura no me gusta. ¡La milanesa me gusta! Milanesa con puré. ¡El asado! Cómo me gusta el asado. Y el helado. De cualquier gusto. Basta que sea helado. Ponga que como de todo menos verduras. No me gustan las verduras.

-No me dijo dónde quedaba el club en el que conoció a su esposo, Ángela.

-Adivine.

-Dígame usted, mejor.

-En Villa Urquiza.