LA CUARENTENA NO ES EL ENCIERRO EN SI; ES CUIDARSE”

Elvira Zamora es enfermera, vive en Chaco y reflexiona ante Comunidad PAMI sobre la importancia de tomar medidas de prevención ante el Covid, sin que ello signifique aislarse totalmente, porque -como ella dice- en estos tiempos de pandemia aprendimos a reinventarnos. 

“Estoy muy agradecida al PAMI porque, gracias a Dios, ahora tenemos buenos beneficios, somos bien atendidos. Cuando consultamos algo, nos responden muy bien por la línea telefónica. Y contamos con los medicamentos gratuitos, lo que me permite destinar dinero a otras cosas”, le dice Elvira Elisa Zamora a Comunidad PAMI desde Resistencia, Chaco, donde vive. De paso destaca “el excelente médico de cabecera” que tiene. 

Enfermera jubilada, de 68 años y afiliada al Instituto, vive en el centro de la capital chaqueña y sale solo cuando las condiciones lo permiten. “Hay que cuidarse por el coronavirus”, concientiza. Aunque para ella lo mejor es encontrar un equilibrio: “Tampoco se trata de quedarnos todo el día encerrados. Porque a veces lo que nos hace mal es el encierro. Si salimos a tomar aire con precaución, como por ejemplo por lugares donde no haya mucha gente, nos vamos a sentir mejor”.

Elvira no puede dejar de espantarse cada vez que ve aglomeraciones. “El otro día quise ir al banco pero me tuve que volver de tanta gente que había en la calle”, recuerda. Y pide que “nos cuidemos entre todos”.

La situación de prevención social no le impide realizar actividades que le hacen bien, como la danza. Solía danzar en un centro de jubilados de PAMI, pero dada la situación ahora practica en su casa. “Nos reiventamos”, comenta al tiempo que sonríe a través de la webcam.

Elvira vive con su pareja, Daniel, de 71 años. No tienen mayores problemas de salud. Aunque en su caso tiene que consumir medicamentos por un tema gástrico y por otro vinculado a la piel. “Entonces, como te decía, tenerlos gratis ayuda. Gracias a Dios, es un alivio”.

Los domingos se dan ciertos gustos de libertad. Arman juntadas con unos pocos en lugares abiertos, de esos que abundan en Chaco, escuchan música, bailan y aprovechan los juegos de mesa. Siempre con los cuidados pertinentes, como el barbijo y la distancia social. Con Daniel también salen a caminar mientras esperan que vuelvan los talleres de danza folclórica. 

Con la cuarentena por Covid 19 Elvira aprendió a utilizar las nuevas tecnologías que le permiten comunicarse sin riesgos con sus tres hijas y sus cuatro nietos. El WhatsApp se convirtió en una herramienta importante para mantener esa dinámica de contacto, aunque sea a distancia.

“La enfermería me enseñó a tener mucha sensibilidad hacia las personas grandes. Así se valora más la vida”, dice antes de agregar que la cuarentena también le dio aprendizajes: “Me ayudó a cuidar la vida, la propia y la del otro. A ver que la vida no es el encierro, sino disfrutar, salir, sociabilizar. Que se puede si nos cuidamos”.

“Se trata de tener sensibilidad hacia el otro”, opina. E insiste con que le asustan las conglomeraciones de gente que no se cuida en lugares públicos. En ese sentido, pide conciencia “a los más jóvenes que salen como si nada”: “No solo por ellos si no también por los demás”.

“La cuarentena no es el encierro en sí. Es cuidarse. Es no juntarnos con muchas personas. Es tomar la distancia. Simplemente eso”, reflexiona.