María Fux: danza con todos…y todas

Creadora de la danzaterapia, acaba de cumplir 100 años. Con su cuerpo convocó a otros cuerpos para expresarse. Hoy es reconocida en Argentina y en todo el mundo.

El 2 de enero María Fux se asomó al balcón del segundo piso de su estudio-casa en Callao 289 y saludó a un numeroso grupo de personas que danzaba en su honor. Ese día Fux cumplió 100 años. Recluida ante los cuidados por la pandemia, saludó, arrojó besos y recibió aplausos. María Fux es la creadora de la danzaterapia en Argentina. Para saber de qué se trata, pueden mirar y escuchar este video. Fux cambió al mundo de la danza con prepotencia de trabajo.

UN POCO DE HISTORIA

Los abuelos maternos de Fux escaparon de Ucrania y llegaron al país en 1915. Su mamá era la menor de 11 hermanos. María nació en Caballito y a los 5 años bailaba y cantaba en reuniones. A los 13 empezó a estudiar danza clásica. Fue la primera bailarina argentina de danza moderna en llegar a Moscú, en 1955. Actuó en el Teatro Colón y recorrió el mundo. Fue maestra de Jorge Donn, otra figura insoslayable de la danza a nivel mundial. Trabajó con pacientes del Hospital Borda, fue y es reconocida como Ciudadana Ilustre, entre otras distinciones, y en los 70 fue amenazada por la dictadura por sus ideas de izquierda. Hoy, el método Fux tiene escuelas en Brasil e Italia y seguidores en todo el planeta.

De aquel paso por el Borda, Anabel Caeiro -discípula y directora del Estudio Maria Fux- le recuerda a Comunidad PAMI: “Asistí a María en un espectáculo danzando a Federico García Lorca, en un pabellón del Borda para las personas internadas y el personal de salud. En el lugar donde se iba a desarrollar la función, no había nada, sólo una pared deteriorada y la pintura descascarada. Ella tomó la forma de la pared descascarada y con una tela la enmarcó, construyendo con la escenografía e improvisando la iluminación con veladores que pude conseguir en la secretaría. Fue maravilloso ver cómo de un lugar abandonado, y con lo que había,  pudo montar un espectáculo y cambiar el estado del público”.

“Comenzó a realizar espectáculos con los medios más precarios, nada le fue dado, ni facilitado”, dice Caeiro. “Hacía de todo para armar los escenarios. De hecho, siempre recuerda el amor de su madre, que le hacía sus vestuarios con cortinas viejas. Así fue creadora de espectáculos asombrosos en lugares en donde no llegaba la danza, como las minas de Zapla, Quitilipi y Charata.  Su mirada siempre contextual le permitía incorporar la impronta de los lugares a los que viajaba. Tal es así que utilizaba músicas de artistas contemporáneos como Satie, Ravel y Debussy, Chopin, Bach y también folklore argentino”, agrega.

DANZATERAPIA PARA LOS Y LAS MAYORES

La danzaterapia fue más allá de los escenarios. Hoy se aplica en las ciencias sociales, la salud y la educación. Se trabaja en geriátricos, cárceles y espacios de discapacidad.

Sobre las personas mayores y la danzaterapia, Caeiro cuenta que “se integran a las clases en grupos heterogéneos. Los límites corporales que todas las personas tenemos producen nuevas posibilidades de búsqueda del movimiento en el propio cuerpo y también en quien lo observa. Sabemos, porque lo experimentamos, que en la diversidad se encuentran nuevas posibilidades de aprendizaje. María dice que el otro siempre tiene algo para enseñarnos. Cada persona tiene una forma distinta de encontrarse con su propia creatividad y en el encuentro con el otro u otra se potencia y enriquece”.

“Hace poco -recuerda Caeiro- María me dijo que la creatividad no es un instante, es la vida entera; y que no hay límites de edad, que es propia del ser humano y que se puede cultivar en todas las edades. Además de los beneficios funcionales, físicos y neurológicos, siempre existe la posibilidad de crear, danzar y crecer como seres humanos”.

CRECER Y VIVIR A CUALQUIER EDAD

Su nieta, Irene Aschero, nos cuenta que a sus 100 años Fux “está muy bien, transitando un tiempo diferente de su vida. No toma ninguna medicación. Disfruta de su tiempo de una forma distinta, conectada con el asombro, que fue lo que ella siempre promulgó. Además, sigue danzando”. Y suelta una frase característica de su abuela: “No perder la capacidad de asombro”.

El movimiento es vida y la danza puede ser un factor clave en la integración social, es el mensaje que transmite Fux a través de su método. Para eso hay que abrir espacios. “Eso es lo que hizo María”, dice Caeiro. “Ella abrió camino creando un público que no existía. Abrió las fronteras de la danza en tiempos en los que la sociedad excluía a las personas con diversidad”.

En su libro ¿Qué es la danzaterapia? – Preguntas que tienen respuesta (Editorial Lumen), Fux escribió: “No sé si hay una definición de diccionario para la palabra danzaterapia. Pero sí puedo afirmarte que a través del movimiento se generan cambios que no son sólo físicos, sino que involucran activamente a nuestro cuerpo interno, muchas veces aislado, ignorado, con miedos o problemas tanto sensoriales como psíquicos. A través de los estímulos que doy, se mueven y cambian los ‘no’ del cuerpo, convirtiéndose en sucesivos ‘sí’ (…). Simplemente estímulo las áreas dormidas, que no acuden únicamente a través de formas auditivas, sino que todo el cuerpo es el protagonista. Siempre supe que el cuerpo tiene respuestas que se pueden analizar sin palabras. 

Se puede explorar la psiquis a través del movimiento y la expresión del cuerpo, qué tienen un lenguaje propio, pero eso es algo que yo no hago. No me canso de remarcar que no soy psicóloga, no hago interpretaciones, ni doy recetas. Soy un artista que, a través de un trabajo creativo, ha encontrado un método que logra cambios en la gente mediante el movimiento. Lo único que hago es estimular las potencialidades que todos tienen. Yo nunca hablo de curar, sino de cambiar.  Aunque es preciso aclarar que el sólo movimiento no hace que uno cambie, así como no todas las personas están necesariamente predispuestas a un cambio en su cuerpo, en su sentir, en su vida. Tiene que ver también con el tiempo oportuno”.

Sin encuentro físico por cuestiones entendibles, Caeiro y Aschero nos dicen que hay una frase característica de María. Tanto que sirve para cerrar este artículo: “La vida es un instante. Todas las edades tienen posibilidades de crecer y de vivir, y de compartir su propio tiempo”.