CALA, EL COCINERO ESTRELLA DE LA TELEVISIÓN

Cumple la cuarentena estrictamente, por lo que las plataformas virtuales se volvieron una parte indispensable de su vida. Con salidas desde su casa de Pilar, Guillermo Calabrese sigue firme en el programa Cocineros Argentinos y dirige a distancia su escuela de cocina. Entrevista a un maestro que sabe hacer de la comida un lugar de encuentro.

Casi que no necesita presentación. Cocinero estrella de la televisión, conduce un programa emblema de la TV Pública, donde la comida es protagonista, pero también la buena onda y la idea de que preparar platos ricos y sabrosos es una tarea apta para todas y todos.

Guillermo Calabrese, “Cala”, que de él se trata, tiene una larga trayectoria: trabajó 20 años con el célebre Gato Dumas, con quien fundó la escuela que lleva su nombre y desde hace 12 años conduce “Cocineros Argentinos”, junto a un equipo que acompaña cada día entre ollas y mucha risa. En Instagram es @calacocinero y desde allí enseña y da consejos a sus miles de seguidores.

El inicio de la cuarentena lo encontró grabando su programa. Y entonces hizo lo que hay que hacer: decidió junto a su familia cumplir sin ningún tipo de excepcionalidad con las medidas de aislamiento.

Vecino de la localidad de Pilar, vive con su compañera Silvia, su hijo Miguel y su hija Melissa. Los cuatro, dice Calabrese, siguen aprendiendo a diario cómo mejorar su convivencia. Establecieron rutinas de trabajo y de esparcimiento. En lo particular, a él le gusta leer, “un buen ejercicio de distracción”, dice, y aconseja ver televisión “solo lo justo y necesario”.

“Estamos en casa los cuatro de siempre y en cuarentena, como corresponde, así que estamos readaptando nuestro modo de convivir, eso también es un aprendizaje. Lo positivo es que la velocidad del tiempo cambió. Las cosas pueden ser tomadas con más tranquilidad”, reflexiona.

Dice que al principio costó adaptarse, pero que “no queda otra que intentar reformular tu vida. En lo particular, debido a mi edad, ya que estoy por cumplir 60 años, además de tener sobrepeso y diabetes, decidí ser muy estricto con el hecho de no salir de casa. Para ello decidimos reorganizar las compras, hacemos pedidos a domicilio. Trabajo con videollamadas y teleconferencias”.

Como director del Instituto Gato Dumas, se las ingenió para planificar las clases de manera virtual, lo mismo que con el programa de televisión, donde hace las salidas desde su casa. “La cuestión es readaptarse, es raro, pero se puede hacer”, dice en la entrevista con Comunidad PAMI.

“Algo que me llama la atención de estos tiempos es ver en las redes sociales cómo todo el mundo se puso a cocinar. Queda claro que cuando tenés tiempo un buen divertimento hogareño puede darse en la cocina. Las redes explotan de videítos de gente cocinando, eso me gusta. Cocinar puede dar mucha satisfacción, porque no solo podés compartir tu consejo, después podés disfrutar del plato que hiciste. En mi cuenta de Instagram hay muchas consultas, pedidos de recetas. Por eso, todas las noches trato de compartir un consejo”.

 

En relación con Cocineros argentinos, Calabrese cuenta que “por lo general Juan Ferrara va todos los días al piso y conduce el programa. El resto del staff participa vía internet, cambió muchísimo la dinámica del ciclo. Es lo que hay, tenemos que adaptarnos. El piso genera otra chispa, otro ida y vuelta con la audiencia”.

Y enseguida dice que lo que más extraña “aunque parezca mentira” es manejar. Es que Calabrese conduce a diario mucho kilómetros. “Me fascina hacer ese viaje entre Pilar y la Ciudad de Buenos Aires. Me gusta manejar, escuchar la radio, disfruto de ese momento”.

Encuarentenado a la espera de que las cosas mejoren, está convencido de que este tiempo le sirvió para darse cuenta de que “no hace falta tanto vértigo ni tanto consumo. Y otra cosa que me parece importante destacar: la sociedad argentina se portó muy bien, haciendo lo que hay que hacer, cuidándose a nivel personal para cuidar a los demás”.