Una charla con música de fondo

Miguel Aragón, creador y líder de Los Leales, habla de cómo evolucionó la música tropical a pesar del menosprecio que tuvo y tiene por parte de distintos sectores sociales.

Es inconfundible el sonido cuando se juntan el acordeón, la guitarra, los teclados, el bajo, la batería, la trompeta y la infaltable percusión latina. Ahí estamos ante la cumbia, género conocido como “movida tropical”. Aquello que comenzó en Colombia y se arraigó en los sectores más populares de nuestro país desde mediados de los 50, gracias a Los Wawancó, mantiene su vigencia.

Música menospreciada por sectores elitistas, en los 70 tuvo su gran crecimiento en nuestra Santa Fe; “cumbia santafesina”, se la conocía. El Gran Buenos Aires también la recibió como género. Pero entre los 80 y 90 alcanzó masividad. Sellos discográficos propios, programas de televisión, conductores especialistas en el tema y bandas y solistas que iban de una discoteca colmada a otra también colmada durante cada noche de cada fin de semana. Allí estaban, entre esos músicos, Los Leales. Se habían creado en Santa Fe en el 85. Guitarrista y bajista, Miguel Aragón (Santa Fe, 4 de diciembre de 1960) fue el líder del grupo. Se fue a vivir a Quilmes, se volvió a Santa Fe y regresó -hasta ahora- a Quilmes, donde conoció el terreno popular y se hizo amigo de músicos y artistas también populares. Entre ellos, Sergio el Kun Agüero, el ahora ex futbolista con el que grabaron una canción.

En la siguiente entrevista con Comunidad PAMI, Aragón cuenta sobre los orígenes de esa banda que creció a pesar de ser tildada -tantas veces- de grasa. Los Leales, a pesar de eso, se mantienen entre los referentes de la cumbia o movida tropical. “Porque somos melódicos, somos divertidos y hacemos bailar a la gente”, define Aragón.

¿Qué sentís que le dan Los Leales a su público?

Le damos un mensaje de amor, de esperanza. En cada show queremos reflejar el disco o el cassette o el cd que acabamos de grabar igual o mejor que en el trabajo de estudio. Siempre le damos pum para arriba. Eso es lo que encuentra la gente en nosotros.

¿Cuál es el momento de Los Leales que más te marcó y por qué?

Muchos. Porque hay distintas etapas. El primer momento que me marcó fue cuando salió el primer disco, en el 85 u 86. Escucharlo en las radios, verlo en la tele… eso me marcó. Y otra cosa que me asombra es lo que vivimos como grupo desde entonces, que es lograr que nuestra música se haga conocida.

Trabajamos de lo que podemos, de los que nos sale. En mi caso, durante la semana, cuando no hay recitales, hago otras cosas. Yo soy pintor. Antes de dedicarme de lleno a Los Leales, también pintaba. Después me dediqué más a la música, pero durante la cuarentena retomé con la pintura. Y ahora laburo en las dos cosas. La música y el trabajo particular. Algo hay que hacer.

¿Qué te permitió la música?

Conocer ciudades, gente, colegas. Llegar a donde con otras profesiones no hubiese llegado

Aparecieron tantos grupos y solistas y sin embargo ustedes siguen vigentes. ¿Por qué?

Porque persistimos en hacer lo que nos gusta. Y persistimos porque seguimos transmitiendo el mismo estilo de siempre, somos fieles a ese estilo. Eso la gente lo percibe y lo agradece comprando nuestros discos o yendo a recitales o escuchando nuestras canciones de las distintas maneras en que se pueden escuchar hoy.

¿Qué cosas evolucionaron en la música tropical?

En 35 años que llevo de carrera vi que la música evolucionó en muchos aspectos. Se modernizó, se fusionó con el rock y con otros estilos. Lo tropical tuvo algunas desmejoras, pero no en todos los casos. Por suerte la música, esta música, pudo retomar y mejorar.

¿Qué les significó grabar y subir a un escenario junto con el Kun Agüero?

Cantar con él nos hizo más conocidos a nivel mundial. Nos permitió traspasar la frontera argentina. Ese encuentro surgió porque yo conocía al papá. Te hablo de antes de que el Kun sea el Kun. Con el tiempo se dio la posibilidad de que suba al escenario con nosotros. Como era fanático de Los Leales se nos ocurrió que grabe con nosotros. Le encantó la idea cuando se lo propusimos. Jamás pensamos que iba a tener tanta repercusión. Fue un momento fantástico. Eso nos abrió otras puertas, como que otros jugadores de fútbol o artistas de toda clase y músicos de otros estilos también se suban a un escenario con nosotros.

¿Qué tienen en común Santa Fe y Quilmes?

La cumbia santafesina. No es poco. Es más, la cumbia santafesina va más allá de Quilmes y llega a toda la zona sur. La cumbia santafesina está muy arraigada en la zona sur de la provincia de Buenos Aires. Te diría que en ese sentido Quilmes es una sucursal de Santa Fe.

¿Cuál es tu mejor canción, Miguel?

-Hice muchas canciones en cada disco de Los Leales. Una de las que más trascendencia tuvo fue Que no me faltes jamás, un homenaje a la cumbia santafesina. Y por otro lado me gustaría hacer alguna canción que trascienda todas las fronteras, que muestre la magnificencia de Dios, su amor. Ojalá que una canción mía sirva para acercar a la gente a Dios. 

¿Cómo ves a la movida musical actual tras tantos años en el ambiente?

Creo que está en su mejor momento de expresión. Más fuerte, más grande que nunca. Avanzó un montón como estilo. Progreso. Como decía antes, tuvo sus altibajos, pero se recuperó. Y hoy es un movimiento muy fuerte.

 -En el fútbol, ¿Quilmes o Argentino de Quilmes?

¡Colón! Soy del sabalero desde siempre.