Un logro histórico del Milstein

Por primera vez en Argentina, el hospital de PAMI realizó un doble reemplazo valvular cardíaco transcateter sin cirugía convencional. La paciente, de 80 años, fue dada de alta a las 48 horas. El director del centro, el doctor Leonardo Serrano, explicó cómo fue el procedimiento.

Desde 1987 el doctor Leonardo Serrano (56 años) entra cada día al Hospital César Milstein. En sus primeros tiempos era el Hospital Francés; en los actuales, Unidad Por Más Salud Dr. Cesar Milstein, perteneciente a PAMI. Antes lo hacía como residente. Desde hace dos años, como director. Y como tal dice sentir orgullo por el último de los logros de su equipo médico, realizado por el Servicio de Hemodinamia del Hospital: el primer doble reemplazo valvular cardíaco transcateter del país. La paciente, 80 años. A las 48 horas fue dada de alta y lleva una vida normal y con seguimiento de los servicios de Cardiología y de Hemodinamia.. No necesitó anestesia general. Los catéteres se colocaron por vía femoral. El procedimiento fue un éxito”, define Serrano en charla con Comunidad PAMI. “En breve se publicará en revistas internacionales, agrega.

¿Qué lectura hace respecto de que el equipo médico del Milstein haya realizado una operación sin antecedentes en Argentina?

Estoy orgulloso de que en nuestro hospital se pueda hacer este tipo de procedimiento innovador, que hasta el momento no se había realizado. La estenosis grave de válvula aórtica y válvula mitral es una patología que suele verse en mayores de 75 años, lo que no significa que no pase a edades menores. Como director del Milstein, un hospital de alta complejidad que permite realizar procedimientos innovadores y de avanzada en  beneficio de nuestros afiliados, siento orgullo. Se trata de un salto de calidad médico y científico enorme puesto al servicio de los pacientes para disminuir la morbimortalidad por esta patología.

¿Cómo se planifica a futuro a partir de este avance médico y científico?

De cara al futuro, para el Milstein significa posicionarse como hospital de alta complejidad. El hospital no tiene beneficios. El beneficiado es el paciente. Todo lo que podamos hacer para beneficio del paciente es de excelencia, que es hacia donde uno debe apuntar. Este no es el éxito de un solo servicio que hace el procedimiento. Es el resultado de un trabajo multidisciplinario.

El equipo de médicos del servicio de Hemodinamia fue encabezado por los doctores Miguel Payaslián, Diego Grinfeld y Gustavo Leiva. El departamento Cardiovascular contó con los doctores Claudio Dizeo, Mariela Lonardi -Jefa de Unidad Coronaria- y Graciela Trejo -jefa de ecocardiografía-. El servicio de Cirugía Cardiovascular,  con el doctor Alberto Fregoni. La anestesia raquídea estuvo a cargo de la doctora Ana Fernández, en colaboración con la doctora Sandra Márquez. A las condiciones profesionales se le sumó una fuerte inversión en recursos humanos y en infraestructura (entre otras, dos salas de Hemodinamia de última generación, dotadas de angiógrafos importados desde Estados Unidos).

La medicina siempre tiene nuevos desafíos.

Los cirujanos evaluamos en cada una de las cirugías que realizamos el costo-beneficio para la salud del paciente. Este procedimiento por vía hemodinamia no está exento de complicaciones ni de mortalidad. Si bien la mortalidad por vía trascateter es menor que por la cirugía tradicional, la mortalidad también existe. Son desafíos que uno se pone y si no estuviésemos decididos a asumirlos no conseguiríamos el adelanto médico y científico que estamos consiguiendo. Si uno no se plantea desafíos no podremos seguir dándole a los pacientes beneficios a futuro.

La hemodinamia ha sido una de las especialidades médicas que más avanzó, ¿no?

Es una de las grandes revoluciones y avances contra la enfermedad cardiovascular. No olvidemos que hace no tantos años no existían ni los stents coronarios, que le salvaron la vida a millones de personas. Ante un infarto, hoy tenemos la posibilidad de colocar un stent y solucionar el problema en minutos. Pero antes la única herramienta médica era ver de qué forma se podía resolver a través de una medicación.

Hace dos años comenzaba la pandemia por Covid 19 y este hospital tenía a uno de los sectores que, por edad, estaba entre los más sensibles. ¿Cómo evalúa el trabajo que se hizo?

-En dos años el hospital creció en infraestructura, en número de camas y en equipamiento a pesar de atravesar la pandemia. Pero además tenemos un proyecto de crecimiento continuo con apoyo incondicional de las autoridades del Instituto. Eso nos permitirá posicionar al hospital como el de alta complejidad del Instituto.

¿Qué es el Milstein para usted?

-Este hospital, como para la gran mayoría de los que estamos identificados con el viejo Francés o actual Milstein, es nuestra casa. El hospital vivió una época de esplendor hasta su gran crisis. La responsabilidad de cada uno de los que trabajamos acá es seguir trabajando de la forma en que lo estamos haciendo, brindando una atención de excelencia. Creo que en forma paulatina y constante se está consiguiendo volver a ser el hospital que fuimos.