El año pasado concurrí al taller de escritura creativa de la UBA, donde escribí algunos cuentos cortos, en forma individual y grupal, a partir de los estímulos y consignas de nuestros profes.
En esta época de cuarentena me puse a releerlos y decidí grabar audios con esos cuentos para enviarlos a personas que se sintieran aburridas en sus casas, a modo de entretenimiento.
Recordé la calidez que sentíamos en nuestra niñez, cuando los adultos nos leían cuentos, lo sanadoras que son las palabras y la voz humana relatando.
Así fue que comencé a darle forma al proyecto.
Revisando ese material, encontré un cuento llamado SOÑADORAS, lo escribí con mis dos compañeras de facu, Marisa y Maye, y lo grabé.
Entre las personas a quienes se los mandé, había dos excompañeras de trabajo. Antes de Jubilarme trabajaba como Tallerista de Tango, en Centros para Adultos Mayores.
A mis antiguas compañeras les pedí que si les gustaba, lo pasaran a los concurrentes de los Centros, algunos están muy solos y aburridos.
SOÑADORAS, así se llama el cuento, quizás por lo desopilante, fue muy bien recibido por quienes lo escucharon.
Y rápidamente comenzó a circular por Whatsapp entre excompañer@s de trabajo, amig@s y familiares, que a su vez, lo enviaron a otras personas. Algunos de ellos preguntaron: ¿cómo sigue?
Me puse en contacto con mis compañeras de facu, para contarles. También les propuse que escribiéramos otros capítulos juntas o por separado, según nuestras ocupaciones y tiempo disponible.
Pero la llamita de la pasión ya estaba encendida en mis dedos, y ellos solitos y apurados, sin esperar nada, se pusieron a teclear un nuevo capítulo.
SOÑADORAS DOS, graciosamente corrió la misma suerte y derrotero del anterior.
Ahora la pregunta que hacen es: ¿cuándo llega el capítulo tres?
Mientras, pienso en la buena suerte de este cuento: por unos minutos, pudo entretener y distraer a personas en aislamiento o angustia.
Y entonces respondo: Prontito, ya está en marcha. Sólo me distraje un momentito, para contarles a ustedes sobre esta alegría que siento al poder compartirlo con todos aquellos que quieran escucharlo.
AUTORA: Mónica Di Franco