Irrumpió como
un insólito desconocido,
desconcertando a todos.
Sin pedir permiso
se instaló de a poco
peldaño a peldaño.
Invisible, trágico,
impensado y fatal.
Y se nos fue sacudiendo
la monotonía.
Despertamos más
atentos, más constantes,
más pulidos.
En casa.
También más temerosos
con muchas pérdidas,
aferrando los rosarios
con oraciones olvidadas.
En casa.
Con otros héroes,
revalorando la paciencia,
la empatía.
Inventando maneras
divertidas, dulces, mágicas…
No nos ganará la soledad.
En casa.
No vencerá a tantos,
seguro pasará.
Porque todavía existen
corazones generosos,
mentes brillantes,
amigos incansables.
y seguiremos,
desde casa,
mirando el horizonte
en busca de utopías.

AUTORA: Stella Maris Savary