Por Eduardo Pérez – Secretario General Técnico-Médico de PAMI

Este año PAMI cumple 50 años de su creación, ya que en 1971 la ley 19.032 marcó el comienzo de la cobertura médica para las jubiladas y jubilados, a través de los aportes y contribuciones de las y los trabajadores. En este largo camino, el trabajo de las médicas y los médicos de cabecera se convirtió en la cara y en la puerta de entrada a los servicios que la obra social brinda a sus afiliados y afiliadas.

Veamos en números el rol central que cumplen médicas y médicos de cabecera:

• Monto anual (en honorarios) que el INSSJP destina a MDC: $ 7.513.631.000.
• Prestaciones informadas por mes de forma aproximada: 2.400.000
• Cantidad de médicas y médicos: 7.853 por contrato directo y 1538 nucleados a través de círculos, que atienden en sus consultorios a 4.900.000 personas afiliadas.
• Recetas Médicas Electrónicas que se informan por mes: 9.500.000
• Cambios en la facturación vinculados al cambio de modelo de prestación:

– Octubre 2020: $ 610.367.358,58

– Marzo 2021 : $ 655.122.598,71

• Aumento de honorarios en los últimos 6 meses: $44.755.240

El esquema de cápitas o de población asignada es la forma con la que buscamos que haya una continuidad y evolución en el cuidado médico de los afiliados y las afiliadas y un acceso cotidiano a sus necesidades del cuidado de su salud.

Uno de nuestros objetivos es seguir utilizando la atención primaria de la salud como eje, como estrategia de consulta, de cuidado y de prevención. Las personas añosas necesitan una atención más frecuente que el resto de la población. También debemos sumar a los aspectos propios de la gerontología y geriatría, la perspectiva de género y de derechos humanos.

Como parte de este eje estratégico, a principio de año implementamos un nuevo modelo de atención que garantiza la transparencia y nos permite:

• Centrar el trabajo en el cuidado de la salud de los afiliados y las afiliadas, facilitando su acceso a los servicios.
• Mejorar la calidad de la atención de los equipos de salud para las personas afiliadas.
• Optimizar el acceso al sistema de MDC y la comunicación con los afiliados y afiliadas.
• Implementar un modelo de Formación Médica Continuada, evaluación, monitoreo y control de las prestaciones.

En la misma línea de trabajo, hicimos una encuesta dentro del universo de MDC que nos brindó información importante para la toma de decisiones. Una de las principales manifestaciones fue que se sentían solos en sus consultorios. Incluiremos recursos de comunicación y con una prueba piloto de historia clínica le daremos forma a las nuevas herramientas electrónicas que permiten a las y los especialistas interactuar con el Instituto y otros colegas.

Tenemos claro que queremos dejar atrás la creencia popular de que las y los médicos de cabecera solo sirven para hacer recetas, y para ello estamos trabajando para hacer visible todo el trabajo que llevan adelante.

También contamos con indicadores que señalan la necesidad de reforzar determinadas zonas. Por ejemplo, en San Justo hay 840 personas afiliadas por cada profesionaln por lo que debemos reforzar la atención médica. En Catamarca, por el contrario, hay un médico/a de cabecera por cada 167 personas afiliadas. He aquí uno de los desafíos para abordar en relación con el acceso y la equidad en salud.

Una de las prioridades de nuestra gestión es la Formación Médica Continuada. Comenzaremos con un ciclo de charlas que vamos a compartir con todos ustedes a partir del 20 de julio, en las que abordaremos las siguientes temáticas:

• Paciente crónico frágil.
• Problemas médicos prevalentes de salud en la persona mayor.
• Uso racional de medicamentos.
• Cuidados Paliativos.
• Pacientes con Enfermedad Renal Crónica.
• Derecho a la salud y APS.

Por otra parte, estamos trabajando desde una perspectiva de evaluación de tecnologías sanitarias,  en el desarrollo de nuevas terapéuticas con grupos de fármacos acordes a distintas enfermedades, para mejorar los tratamientos, la prescripción y adherir al criterio del uso racional de medicamentos, que es un punto central en la política de PAMI.

En este sentido, una prueba es la política pública de salud que implementamos a principios del 2020 y que ya lleva más de un año vigente, y es el Vademecum de  Medicamentos Esenciales -VME- que cubre el 100% de 168 principios activos. Esta acción tuvo doble impacto: por un lado un impacto sanitario puesto que las personas volvieron a tener acceso a sus medicamentos para realizar sus tratamientos de forma completa, y por otro lado implicó dinero disponible en manos de las personas mayores para destinarlo a otras cosas que no sean medicamentos.

El VME, en su creación, también incluye una Comisión de Evaluación Externa conformada por universidades e instituciones académicas de gran renombre, cuya función es evaluar, fiscalizar e introducir modificaciones al VME, en un trabajo interdisciplinario en conjunto con el PAMI.

De este primer panorama y diagnóstico podemos concluir que PAMI necesita más profesionales, una mejor distribución, y generar más lazos con ellos; brindar nuevas herramientas de trabajo, incluyendo la formación continua, y una escucha dinámica por parte del Instituto. Transformar procesos y generar nuevos para que la salud de los adultos mayores evolucione con una mejora en la calidad y forma de prestar servicios que se traduzca en una mejor calidad de vida, y para que PAMI se constituya en un actor central del sistema integrado de salud.

A pesar de todo este tiempo de pandemia que vivimos y que provocó una emergencia sanitaria inédita, nos superamos en cada trabajo que llevamos adelante, pudiendo estar a la altura de las circunstancias y más,  y estamos seguros de que podremos fortalecer la relación con ustedes, atender sus demandas y garantizar el derecho a la salud de cada una de nuestras personas afiliadas.

Dejamos la puerta y la escucha abierta, para todo lo que quieran comunicarnos.