CICLO DE CAPACITACIÓN

PAMI  LANZA EL PROGRAMA DE FORMACIÓN MÉDICA CONTINUADA

 

El momento de gran complejidad sanitaria que estamos atravesando nos enfrenta a nuevos desafíos en la atención médica que involucran, por un lado, adquirir nuevos conocimientos a un ritmo inusitado y, por otro, adaptarnos a una nueva modalidad: la virtual. Hablamos de la “atención a distancia”, esa que, por momentos, nos hace sentir que estamos aislados de los otros.

A la soledad cotidiana del consultorio, donde las y los médicos nos vemos enfrentados a tomar decisiones rápidas con múltiples factores que se ponen en juego al mismo tiempo, ahora se suma esta nueva realidad.

Tender puentes

Durante el mes de agosto del 2020 se llevó a cabo un estudio cualitativo a pedido de PAMI, de tipo grupo focal, sobre el primer nivel de atención del Instituto en relación con las médicas y los médicos de cabecera, su labor diaria y la prescripción farmacológica.

La consulta reveló que las médicas y los médicos de cabecera referían sentirse desprotegidos y solos, lo que se fundamentaba en una sensación generalizada de falta de comunicación.

Por eso, creemos que es importante acompañarlos, establecer canales de comunicación y a su vez brindar capacitaciones que ayuden en la práctica diaria del consultorio clínico.

En este sentido, este newsletter, que hoy compartimos por primera vez, nos permitirá comunicar novedades de la obra social y brindar información de utilidad para la práctica diaria dentro del consultorio. Sabemos que nada puede reemplazar la presencialidad, pero creemos posible armar redes para acompañar en esta práctica tan compleja e intrincada que es la clínica.

También estamos diseñando un programa de capacitaciones para médicas y médicos de cabecera para acompañar y realizar promoción y prevención de salud. Para ponerlo en marcha elaboramos una encuesta que nos permite recoger sus intereses y modalidad de preferencia.

Los resultados de la encuesta

  • 2146 médicas y médicos de cabecera de todo el país respondieron la consulta online que se realizó a través de la plataforma Comunidad Pami entre el 30 de abril y el 10 de mayo de este año.
  • 87,1% respondió afirmativamente haber realizado cursos o capacitaciones en modalidad virtual.
  • 86,1% respondió que prefiere la “modalidad asincrónica”; es decir, poder visualizar la presentación en cualquier momento.
  • 8 UGL tuvieron el mayor porcentaje de participación de sus médicas y médicos de cabecera: CABA 37%, Tucumán 35%, Córdoba 34%, Chivilcoy 34%, Mar de Plata 33,5%, San Martín 33%, Quilmes 33% y La Plata 31%.
  • De las 12 temáticas propuestas para relevar el interés, las que obtuvieron mayor cantidad de votos fueron:
  • Uso racional de medicamentos
  • Pacientes crónicos frágiles
  • Problemas de salud prevalentes en la persona mayor. Actualización.
  • En cuanto a los recursos didácticos en relación con la gestión, trámites de PAMI y teorización sobre la salud, la mayoría eligió el material audiovisual; mientras que para guías de actualización, la preferencia fueron los manuales de práctica clínica.

Formación Médica Continuada

Para brindar la mejor atención a las afiliadas y afiliados sabemos que es fundamental acompañar a nuestras médicas y médicos con cursos y capacitaciones.

Desde PAMI entendemos la Formación Médica Continuada (FMC) como el conjunto de actividades de capacitación que conducen a mantener y mejorar la competencia profesional y contribuyen a la adaptación a las nuevas demandas y requerimientos asistenciales generados por la evolución de la medicina, del sistema sanitario y de la sociedad en general.

Así, los nuevos retos serán el adecuado balance entre la calidad exigible, la optimización de la utilización de recursos (mayoritariamente públicos), la preservación de la relación médico-paciente y el papel del/la médico/a como defensor del paciente frente al Estado y las organizaciones.

A su vez, desde PAMI comprendemos que para demandar y reivindicar el estatuto del médico/a de cabecera debemos motivar a los profesionales en dicha búsqueda.

El objetivo último de la FMC es mantener y mejorar la capacitación del/la médico/a. También aumenta la protección del público mediante un sistema que asegura tanto la competencia profesional como la optimización de la calidad asistencial, garantizando así el derecho a la salud.

Ciclo de encuentros

Con los datos relevados de la consulta proyectamos un ciclo de encuentros mensuales, que estarán disponibles para ser vistos en cualquier momento y que contarán con material bibliográfico de apoyo y una breve evaluación.

Desde PAMI entendemos la importancia de la formación médica continuada, por lo cual quienes finalicen la capacitación y aprueben el curso gozarán del beneficio de un incentivo económico a través de un sistema de créditos.

El objetivo es implementar un programa de capacitación integral, de carácter obligatorio para médicas y médicos de cabecera, que contribuya al fortalecimiento del modelo presentado.

Ejes temáticos

Los ejes temáticos planificados para este año son:

¿Qué se espera de un médico de cabecera de PAMI?    

– Problemas médicos prevalentes de salud en la persona mayor           

– Paciente crónico frágil

– Pacientes con enfermedad renal crónica                                     

– Cuidados paliativos

– Derecho a la salud y APS    

– Uso racional de medicamentos

Asimismo, las charlas tendrán como disparador casos clínicos de pacientes complejos presentados por médicas y médicos de cabecera convocados para la encuesta, ya que creemos que una capacitación basada en casos reales nos ayuda en la reflexión y discusión de la práctica clínica y los recursos que PAMI puede ofrecer.

Los planes para el 2022

La formación médica continuada implica un progreso, por lo que estamos planificando una capacitación para 2022, que será de carácter anual y certificada y abordará las temáticas más relevantes presentadas por médicas y médicos de cabecera.

Las capacitaciones, que serán brindadas por profesionales de las principales instituciones educativas del país, seguirán los ejes temáticos abordados durante 2021 y profundizará en los temas clínicos de interés, a fin de brindar herramientas útiles que permitan resolver los problemas cotidianos. Quienes cursen y finalicen la formación obtendrán un incentivo económico.

Ser médica/o de cabecera en PAMI

La Atención Primaria de la Salud (APS) es uno de los componentes clave de los sistemas de salud. La OMS, en su informe de Salud en el mundo del año 2010, expresó que “la promoción y la protección de la salud son esenciales para el bienestar humano”.

La atención sanitaria en salud brinda asistencia en los tres niveles de atención.

El Primer Nivel está conformado principalmente por médicos y médicas de cabecera. Estos se constituyen como los principales referentes para la persona afiliada y el nexo para la articulación de todos los procesos de atención relacionados con los cuidados de la salud.

En la estructura del modelo de atención del INSSJP los médicos y médicas de cabecera son la puerta de ingreso al sistema prestacional. Los mismos tienen como pilares en su práctica la intervención en educación y la promoción y prevención de la salud, bajo una mirada integral, holística y accesible.

Uno de los principales objetivos del sistema de médicos y médicas de cabecera es que las y los profesionales constituyan el principal vínculo con la atención de salud de las personas afiliadas. Así se intenta dar respuesta a esta demanda tomando a la persona que consulta como un ser complejo constituido por su cuerpo, su aparato psíquico, sus creencias, su cultura, sus vínculos y, por ende, su familia, a través de un seguimiento longitudinal en el que se va construyendo en paralelo la relación médico-paciente.

De esta manera, la médica y el médico de cabecera deberán proporcionar atención continua, amplia y personalizada a sus pacientes y a sus familias, aceptar la responsabilidad de la atención de salud y conservar una relación íntima, confidencial y personal.

Es objetivo de PAMI alcanzar la protección y el acceso a los servicios de salud, teniendo en cuenta la construcción desde lo social y desde lo comunitario, con políticas de promoción y educación generadas por y para la población a cargo, brindando un servicio integral de calidad. El derecho a la salud incluye el acceso a una atención sanitaria oportuna, aceptable, asequible y de calidad satisfactoria.

El médico/a mira a la persona dentro de su contexto familiar y sus redes, en qué situación vive. Esa mirada integral habilita a realizar un diagnóstico de situación y armar una estrategia adecuada para cada paciente en particular. Tiene la posibilidad de seguir al paciente a lo largo del tiempo, mientras recoge información que facilite el cuidado de cada persona. Es por todo esto que resulta una pieza clave en nuestro sistema de salud sobre la cual queremos generar acciones para mejorar no solo la calidad prestacional sino también condiciones para acompañar la puesta en forma de dicho rol.

Sistemas integrados de servicios de salud

Uno de los principales problemas de nuestro sistema de salud se ubica en su fragmentación: por su descentralización a nivel geográfico y por su segmentación entre grupos sociales. Esto, generalmente, se refleja en la coexistencia de un subsistema de seguridad social (trabajadores/as formales y sus dependientes), un subsector privado (concentrado en la población que puede pagar seguros voluntarios) y un subsector público para la población sin cobertura formal (frecuentemente, la de menores recursos).

En la Argentina cada provincia cuenta con sus institutos de seguridad social (24 obras sociales provinciales), alrededor de 250 obras sociales nacionales (sindicales o de personal de dirección) y PAMI (jubilados/as, pensionados/as y veteranos de Malvinas).

En consecuencia, existen más de 300 mecanismos de aseguramiento que operan paralelamente al sistema público de salud. Ello evidencia un importante desafío de coordinación para garantizar el derecho a la salud de la población.

La falta de integración impacta en el gasto de las familias, que deben cubrir aquello que su seguro no provee o al menos no puede proveer en los tiempos adecuados. De esta forma las personas aportan a un subsistema pero demandan servicios de salud en otro. La misma falta de integración y acceso a la información afecta asimismo a las obras sociales, que deben financiar gastos en salud con poca capacidad de control y auditoría.

Esto trae aparejado no solamente el riesgo de desfinanciamiento, sino que también expone a las personas afiliadas a daños asociados a la intervención médica de actividades innecesarias que no les reportarán un beneficio claro, aunque sí existe un beneficio para quienes se dedican a hacer negocios con la salud.

Esto tiene consecuencias directas en el acceso homogéneo de la población a la salud, ya que la mayoría de los servicios se encuentran vinculados a la oferta y la capacidad de pago, sea voluntaria o compulsiva, dando como efecto una pérdida de la continuidad de atención y una falta de adecuación entre los servicios y la necesidad de los usuarios. Nos encontramos con un panorama donde predomina un uso irracional e ineficiente de los recursos disponibles.

Por esta razón, es importante pensar un sistema de salud integrado diseñado para toda la población.

La OPS define como redes integradas de salud a “una red de organizaciones que presta, o hace los arreglos para prestar, servicios de salud equitativos e integrales a una población definida, y que está dispuesta a rendir cuentas por sus resultados clínicos y económicos y por el estado de salud de la población a la que sirve”.

Este mismo documento señala que las Redes Integradas de Servicios de Salud, según diversos estudios, mejoran la accesibilidad al sistema, reduciendo su fragmentación y mejorando su eficacia al evitar que se dupliquen servicios e infraestructura. Esto conlleva a la capacidad de responder de manera adecuada a las necesidades de las personas.

Entendemos a la integración del sistema como un proceso gradual en el que es necesario comenzar a debatir, puertas adentro de la Institución y puertas afuera, qué tipo de sistema de salud queremos y necesitan nuestras personas afiliadas.

El envejecimiento de la población, las condiciones de vida y el acceso inequitativo, la prevalencia de las enfermedades crónicas no transmisibles y la reaparición de enfermedades infectocontagiosas nos exigen una respuesta equitativa, integral e integrada del sistema de salud.

El derecho a la salud solo puede ejercerse plenamente con sistemas de salud integrales e integrados que aseguren el acceso universal de todas las personas y debe ser el Estado el que, mediante un rol articulador y a través de sus instituciones y políticas, garantice este derecho.

Para consultas en relación al programa de capacitación, contáctenos a través del correo electrónico capacitacionesmdc@pami.org.ar