“Mi nietito más chico dice Malvinas con alegría”

Walter Antonio Rojo, trabajador administrativo de la Gerencia de Veteranos de Malvinas de PAMI en las agencias de Caseros y de San Miguel, recuerda con precisión cuando la franja de cielo negro que habitaba fue abierta por una ráfaga de luces y sonidos portentosos. Rojo lideraba el resguardo militar del posible abordaje extranjero por mar del aeropuerto de las Islas Malvinas, distante a unos 8 kilómetros de la ciudad de Puerto Argentino.

Foto: Walter Rojo (antes)/Walter Rojo (hoy)

El día primero de mayo de 1982, exactamente a las 4 y 40 de la madrugada, recibimos un intenso bombardeo por parte del enemigo británico. Yo estaba a cargo de treinta hombres. Padecíamos esos ataques de forma diaria, pero recuerdo bien ese bombardeo porque ahí falleció nuestro compañero Guillermo García, que sigue siendo el héroe de nuestra compañía”, dice con una voz trémula de emoción Walter Rojo, que integró, como Cabo Primero, la Compañía de Defensa de la Primera Brigada Aérea en el conflicto bélico que estos días cumple su significativo cuarenta aniversario.

Mi señora se llama Marcela”, dice Walter cuando describe la composición de su foto familiar. Rojo tiene tres hijos: Yamila, que “nació un mes antes de Malvinas”, precisa el entrevistado; Brenda, de 34 años de edad; y Agustín, de 23 . La familia se complementa con dos nietas, Valentina e Isabela, y un nieto, Mateo, “que es el Benjamín de la familia”, acota Rojo.

Cuando fue la toma de Malvinas por parte de los ingleses, fuimos tomados prisioneros por el ejército británico, para luego ser evacuados a la zona continental. Durante mucho tiempo ninguno de nosotros quiso hablar. Atravesamos problemas psicológicos y también problemas de salud debido a las inclemencias del tiempo. Los bombardeos afectaron nuestra parte psiquiátrica y psicológica”, recuerda Rojo en el prólogo de la entrevista, un hombre de cuerpo fornido, pelo negro cortado al ras y gestos amables cuando entabla conversación.

El ex líder de la Compañía de Defensa de la Primera Brigada Aérea que hoy trabaja en el Instituto para “ayudar a mis compañeros veteranos” viste al momento de hablar con Comunidad PAMI una remera conmemorativa de Malvinas en tonos negros y verdes. La prenda lleva cosida sobre su franja derecha un mapa de las Islas Malvinas sombreado con los colores patrios azul y blanco. Es evidente que Rojo tiene adherido, también sobre su ropa, el territorio donde peleó 40 años atrás por la soberanía nacional junto a sus compañeros.

¿Cómo es tu trabajo en PAMI? ¿De qué manera el Instituto ayuda a sostener el bienestar social de los excombatientes?

Hace trece años que estoy trabajando para ayudar a todos mis compañeros veteranos de Malvinas. Lo hago en la parte administrativa, en las zonas de San Miguel y de Caseros. Siempre trabajamos con orgullo y alegría para los compañeros; un grupo grande de veteranos hacen lo mismo que yo, dentro de PAMI, en todo el país.

Para nosotros, los veteranos, fue muy importante la sanción en el año 2007 de la resolución 191 porque ahí se creó el Programa de Apoyo a los Excombatientes. Desde ahí venimos trabajando muy bien con PAMI.

Hemos conseguido cosas muy buenas en estos cuarenta años; ojo, gracias a la lucha de los propios veteranos. Los logros son muchos. En la parte social, sobre todo. Destaco el apoyo a los centros de veteranos en todo el país por parte de la obra social. PAMI, a su vez, nos brinda la posibilidad de hacer cursos universitarios, que siempre son bienvenidos.

Protagonistas

A 40 años de la Guerra de Malvinas, en PAMI inauguramos la muestra fotográfica “Protagonistas” con el objetivo de exponer los rostros de quienes vivieron la guerra durante su juventud.

La serie de fotos fue tomada por Federico Martín en centros de veteranos y excombatientes donde los protagonistas cumplen una función social fundamental como custodios de la memoria. Su lucha se refleja en las enseñanzas que imparten año tras año, transmitiendo la defensa de la soberanía a todas las generaciones.

Queremos homenajear el pasado y el presente de quienes dejaron una huella en la historia y nos ayudan a construir el futuro de nuestra Patria.

Somos la obra social de los veteranos y excombatientes de Malvinas. Orgullo Nacional.

¿Qué implica para vos el recuerdo de Guillermo García? ¿Podés contarnos algo sobre tu compañero?

Precisamente, hoy (viernes 1 de abril) asistí a un homenaje que le hizo la familia, porque estamos en permanente contacto con ellos. El cuerpo de García quedó allá en las Malvinas porque su familia considera que se trata de suelo patrio. Guillermo era de Sáenz Peña, Villa Raffo. Tenía 18 años cuando falleció producto de los bombardeos de los ingleses. Yo tenía 21 años, pero ya contaba con instrucción militar.

Por una casualidad, pude hablar con los padres de García antes de partir para Malvinas. La mamá me decía ‘cuidamelo al nene’, y el papá me decía ‘hacelo hombre’. ¿Viste cómo éramos en esa época? Y bueno, pasó lo que pasó, yo lo traté de cuidar en todo momento.

Guillermo García es nuestro referente, por su memoria es que yo me dediqué al tema salud para los veteranos. Me emociona mucho el tema. Él dio su vida por todos nosotros.

¿Qué presencia tiene Malvinas en tu diálogo familiar?

Al principio, y es algo que le pasó a todos los veteranos, no hablábamos con nadie del conflicto. Ni con los hijos ni con los familiares; nos metimos dentro de uno mismo hasta que empezamos a formar los grupos, que fue una gran autoayuda, digamos. Y ahí empezamos a hablar para todos lados.

Hoy por hoy hablo con mi familia de Malvinas, con mis hijos, con mis nietos. Mi nietito más chico, que tiene dos años, ya dice ‘Malvinas’, ‘Malvinas’.

¿Lo pronuncia con alegría?

Y lo hace contento, hasta tiene una banderita de Malvinas. O sea, es otro el contexto en que hablamos sobre Malvinas con las familias. Y también es otro el contexto con la sociedad. Porque nosotros, los veteranos, nos dedicamos a eso, a malvinizar a la sociedad. Vamos a los colegios a hablarle a los chicos; utilizamos un cuento que tiene un pingüino como personaje para explicar Malvinas en las escuelas sin tener que usar imágenes violentas.

Por lo que decís, ¿han logrado malvinizar a la sociedad durante estos cuarenta años?

Sí, totalmente. Nosotros vamos a dónde nos invitan para hablar de Malvinas; he ido a jardines de infantes, a la universidad, a gremios para hablar de lo que sucedió cuarenta años atrás.

Al momento de pensar en las Islas Malvinas, ¿qué primera imagen o recuerdo te llega?

Evidentemente, Malvinas me recuerda mucho al fallecimiento del soldado Guillermo García. Y lo recuerdo con mucho orgullo.

A 40 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS

Hace dos años que, desde PAMI, trabajamos para implementar políticas en materia de salud que contribuyan a un mayor bienestar de este grupo en particular.