Fue anoche.
Con los ojos abiertos
de algas despiertas
viajé por el límite
de una sábana salvaje,
alrededor de una cornisa
en una madrugada
de espanto.
Imposible dormir
de tanta luz de cielo.
Fue anoche
y tuve miedo
miedo a separarme
de los otros
de los míos
lejos de un perfil
que se apoya
en la nada.
Fue anoche
y yo ya no estaba allí.
AUTORA: María del Carmen Espósito