“Quiero trabajar hasta los 120 años, pero aprendiendo”
Lo dice el actor Roberto Carnaghi en charla con Comunidad PAMI. “Pienso mucho en el futuro de mis hijos, en mis nietos…”, agrega entre su presente y su futuro.
“En Argentina se tutea, che”, dice Roberto Carnaghi, 83 años (13 de mayo de 1938), al inicio de la charla con Comunidad PAMI. Del usted, entonces, pasamos al vos. Tres hijos, cuatro nietos. Su advertencia informaliza las dos horas de conversación. “Pero hay gente que al padre lo trata de usted”, ríe al recordar viejas formalidades. Entonces contará de su casa de 40 años en Villa Urquiza y de los vecinos de antes con los que se conoce desde siempre. Lamentará la construcción de edificios que fomentan el caos barrial. Coches estacionados en cualquier lado, gente que ni conoce y que tal vez jamás conozca.
Pero, en cambio, lo conocen a él. No puede pasar desapercibido alguien que se destacó, se destaca y se seguirá destacando en la actuación argentina. Nos hizo reír con Tato Bores, nos hizo emocionar con tantas obras de teatro -en lo personal de quien ésto escribe, La vuelta al mundo (2008)-, tele y cine. Recibió premios. Y se prepara para seguir actuando. Carnaghi vendría a ser el conocido de la cuadra. Una cuadra cualquiera de Villa Urquiza.
-¿Cómo andás, Roberto?
-Bien. Con salud, que para mí es lo más importante para seguir adelante. Cuidándome y cuidándonos en medio del Covid, como todos. Y pensando en nuevos proyectos de trabajo.
-¿Ya tenés planes para este año, no?
-Tengo trabajo, sí. Me llamaron para hacer cine (1). Hay posibilidades de que haga teatro en calle Corrientes; podría ser en marzo. Para el 2020 y 2021 había planes de hacer teatro y tv pero se cayeron por lo que pasó. Veremos qué pasa con el (Teatro General) San Martín en este nuevo año. Ojalá salga ahí alguna obra.
-Hay una idea de que los actores y actrices conocidos están salvados económicamente.
-Para nada. En mi caso, necesito trabajar y estoy en condiciones de trabajar. Pero siempre hay que ver qué ofrece el mercado. Los actores tenemos a SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes), que nos permite un ingreso de dinero por las películas en las que actuamos y siguen pasando. Es un dinero pero no es fijo. En un momento se acaba.
-¿Te sentís valorado en tu país?
-Acá y en otros países. Hice películas en Francia y España que me permiten además sentirme valorado allá. Pasa que a mí me gusta mucho trabajar. Y cuando hago lo que me gusta, quiero estar bien y tirar para adelante. Soy de los que aportan. Ese es Carnaghi. No sólo me interesa mi lucimiento personal sino que el que trabaja conmigo también brille. Porque si brillamos todos, nos beneficiamos todos. De nada sirve que unos se destaquen y otros no porque el trabajo de la actuación siempre es grupal. A todos nos conviene trabajar bien.
-Pero hay quienes se creen más importantes que otros.
-Pero no es así: todos son importantes. El nuestro es un trabajo que hacés con los otros. No trabajas solo. Lo que tiene el teatro es que crea un grupo humano. Así, el grupo crece.
-¿Qué tan individualista se volvió el mundo?
-Hay individualismo. Y también hay hambre. El futuro, al menos en lo laboral, no se perfila muy amable. Pienso mucho en mis hijos, en mis nietos…
-¿Qué pensás de ellos?
-En qué mundo les espera, en si tendrán trabajo. Quiero que les vaya bien. Mis deseos pasan por ahí. Me duele que haya tanta pobreza.
-¿Cómo creés que reaccionan o reaccionarán las nuevas generaciones?
-Los jóvenes son gente apasionada. Veo a los jóvenes preparados. Incluyo al mundo del teatro, con jóvenes preparados con herramientas y estudios que nosotros no teníamos. Se los ve apasionados. Hay muchas cosas en las que los jóvenes están adelantados. Hace poco trabajé con jóvenes y aprendí de ellos. Aprendo de los jóvenes. Quiero trabajar hasta los 100, 110 o 120 años, pero aprendiendo. Incluso les pido que si ven algo de mi trabajo que hay que corregir, que me lo digan. ¡Por favor! Varias veces vienen, me dicen algo y les digo “sí, tenés razón”. Los grandes genios fueron jóvenes. Hay que escuchar.
-¿Qué significa aprender cuando se tienen trayectoria, premios y 83 años de edad?
-Primero, reconozco que hay cosas que no hice bien. Siempre hay que tratar de aprender. Pienso que a esta edad tengo que seguir aprendiendo. El teatro es un trabajo de todos, en el que trabajás con el vestuarista, con el escenógrafo, con los actores, con el director. Se tiene que dialogar. Lo peor que me podrían decir es que yo soy el único que está bien en una obra.
-¿La humildad, primero?
-No me gusta la omnipotencia. Me gustan los actores geniales que no se creen geniales. Lo mío no es humildad, eh. Es entender que para que una obra salga bien, todos tienen que trabajar bien.
Se trata de Hora mágica, película en la que Carnaghi actuará junto a Luciano Cáceres, Geraldine Chaplin, Alberto Ammann, Ana María Picchio, Norman Briski, Alicia Muxo, Juan Acosta, Juan Luppi y Adriana Aizemberg.